MUJERES QUE INSPIRAN – Miriam González Durántez, Abogada

Miriam González:
«El mundo es de todos, de los hombres y de las mujeres»

Fundadora de Inspiring Girls, abogada de prestigio mundial, lanza una plataforma ‘online’ para acercar, con un ‘click’, a mujeres inspiradoras.

 

¿Cómo y por qué surge Inspiring Girls?
Surge porque hay muchas niñas, más del 50% –el 55% de ellas– que nos dicen que no tienen acceso a mujeres que les inspiren. Y la realidad es que no hay miles sino millones de mujeres inspiradoras, aunque no sean conocidas y no estén todo el día en la televisión y las revistas. Y se me ocurrió que tenía que conectar a las niñas con esas mujeres. Inicialmente lo hice llevándolas a los colegios y ahora con las nuevas tecnologías.

El lema de Inspiring Girls es «Niñas sin límites». Del 1 al 10, ¿Cómo de importante es la educación en la igualdad?
La educación es importantísima. Pero no solo la educación de los colegios, sino también la de la sociedad en general. Los estereotipos de género y la falta de confianza en sí mismas
que se ve en las niñas de 12 a 14 años con respecto a los niños –común en todos los países– es una de las cosas fáciles de solucionar. Tan sencillo como que todos tengamos
un poquito de cuidado sobre qué presentamos a las niñas, en qué incidimos, cómo hablamos.

Vive en San Francisco, el punto cero del mundo digital…¿Es ese uno de los retos al que nos enfrentamos las mujeres?
Me preocupa ver cómo, en ese mundo de la tecnología, de internet, se siguen reproduciendo los mismos esquemas de sectores más tradicionales de la economía. Seguimos teniendo menos mujeres que hombres y especialmente en los niveles de alta dirección.

Acaban de poner en marcha un vídeo hub, que se presenta en Londres. Explíquenos en qué consiste.
Se trata de conectar a todas esas mujeres inspiradoras que se encuentran en cualquier lugar del mundo –y que son fantásticas–con las niñas. Es absurdo que las tengamos que  conectar de una manera física, cuando ahora mismo las conexiones se pueden hacer fácilmente utilizando la tecnología. Se trata de miles de vídeos de todo tipo de mujeres que hacen todo tipo de cosas y que ellas graban y suben a una plataforma. Cualquier niña con acceso a internet podrá acceder a estas mujeres que las inspiran. Después, si quieren contactar con ellas, solo tienen que ir a sus profesores y ya entran por una plataforma en la que les conectamos, involucrando a los profesores para que no haya problemas de seguridad.

¿Cualquier mujer puede participar en esta iniciativa?
Todas: conocidas, no conocidas, en puestos altos o bajos, a tiempo completo o parcial…Entre las más conocidas está la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, o la ex primera ministra australiana Julia Gillard. Pero, sobre todo, hay muchas mujeres que no porque sean menos conocidas son menos impresionantes. Este vídeo hub ayuda a que las niñas tengan referentes.

¿Es importante que tengan un espejo en el que mirarse?
Es importante no solo enseñarles un espejo, sino todos los espejos…para que ellas puedan ver lo que ya hacen las mujeres. No es algo difícil de hacer porque ya lo están haciendo
muchas, o sea que ellas también pueden hacerlo. Y sobre todo para decirles que pueden elegir con libertad, sin estereotipos de género y sin presión social. Al final, las
dueñas de su vida son ellas.

¿Un consejo para las niñas que nos estén leyendo?
Que se sientan libres. En muchos momentos sentimos presiones –sociales, familiares– y normalmente cargamos con todas ellas y nos acomodamos. Creo que es importante pensar que tú eres la dueña de tu vida y que tú tienes que decidir y luego hacerte responsable de tus decisiones.

¿Qué mujeres le han marcado?
¡Muchas! Al principio, la exministra de Exteriores sueca Anna Lindh, tristemente asesinada. Yo trabajaba en relaciones exteriores y no había muchas mujeres ministras… y además jóvenes y con una manera fresca y diferente de hacer su trabajo. También mi madre, un referente familiar. Hay muchas mujeres que han tenido un gran impacto sobre mí. A muchas
las he conocido en la campaña de Inspiring Girls. Ver su solidaridad, su compromiso, que trabajan, se hacen cargo de su familia y dedican tiempo a este tipo de campañas… me impresiona.

¿Ha sido alguna vez la única mujer en una mesa?
Muchísimas veces… y siempre me sorprende que, en el siglo XXI, todavía pueda ser la única mujer en una reunión y que además sea la única que se da cuenta de que soy la única,
porque al resto de los hombres no les llama la atención.

Es una de las personas más influyentes… y me atrevería a decir con ‘poder’. ¿Qué es el poder y para qué sirve?
‘Poder’ tengo poco. Pero sí me encontré con una exposición pública primero en el Reino Unido y después en otros países que yo no había buscado, y pensé que había que utilizarla
para algo más que para enseñar vestidos. Surgió esta idea, para hacer un cambio…Creo mucho en el metro cuadrado, en que te limitas tu área de actuación y que no te mueves de allí hasta que no has conseguido un cambio.

Los espacios de poder han sido ocupados por hombres. ¿Cómo pueden las mujeres ganar terreno? Dice Antonio Garrigues Walker que nadie renuncia a eso gratis.
Lo que está detrás del feminismo es un desequilibrio del poder. Hay más de un 50% de la población que tiene menos poder que el que le corresponde. No hay una fórmula mágica, hay un conjunto de fórmulas. Parte viene de nosotras mismas y de recordarnos que hay que reivindicar ese poder. Hay, además, otra parte de política pública y de discusión social. Hay cargas que todavía afectan a las mujeres y no a los hombres. Y esto es algo que solucionar entre todos.

¿Con qué sueña?
Si tuviera una varita mágica, me gustaría preservar el espacio de libertades individuales, un mundo basado en el compromiso del que mi generación ha disfrutado y que hemos pensado que siempre iba a ser así, pero que vemos en entredicho. Asegurarlo para la generación de mis hijos sería la mejor herencia.

Ayúdeme a terminar esta frase: «El mundo es de…»
De todos, de los hombres y de las mujeres.