東京からおはようございます Inspiringirls!
Tōkyō kara ohayōgozaimasu, o lo que es lo mismo, saludos desde Tokyo Inspiringirls!!
Después de casi medio año en Japón he completado mi primer cuatrimestre en la University of Tokyo. Ha sido una experiencia inolvidable y sólo puedo hablar bien de lo vivido, tanto de mi acogida y convivencia con la sociedad japonesa como de mi aprendizaje en la universidad y vida diaria.
Estudiar en la mejor universidad de este país ha sido todo un desafío pero todo lo aprendido tanto de los excelentes profesores como de la cultura que me rodea. Al margen de lo diferente y llamativo que es todo esto, en el fondo los seres humanos no somos tan diferentes. Tenemos las mismas necesidades, los mismos sentimientos y las mismas aspiraciones, es sólo una diferencia cultural que además nos enriquece, así que afirmo que estoy feliz. Como hitos destacables y como aspirante a diplomática y enamorada de Japón, he aprovechado las oportunidades de mi entorno y tengo mucho que contaros:
En septiembre vino a Tokio Mariya Gabriel,Comisaria Europea de Innovación, cultura y educación. Como representante de los estudiantes de Erasmus frente a la Comisión de la EU en Japón, que tuve la suerte de reunirme con ella en la Universidad e intercambiar información y visión sobre las relaciones entre Europa y Japón en materia de Juventud, Educación e Innovación en una jornada tremendamente enriquecedora.
En octubre tuve el honor de haber sido invitada por el Embajador de España en Japón a un almuerzo en la Embajada, de la mano de Nathalie Picquot, mentora de Inspiringirls y gran referente a la que admiro enormemente. Junto a ella y un grupo de empresarias españolas líderes en diferentes sectores, pudimos compartir una muy productiva tarde con Fidel Sendagorta, un hombre admirable.
Después de un escalofriante Halloween en las calles de Shibuya, noviembre fue un mes más enfocado al crecimiento personal y a descubrir más a fondo la cultura nipona. Alrededor de Tokyo subí el monte Takao e hice un curso de ふろしき(Furoshiki, el arte japonés de envolver). También, para disfrutar del もみじ(momiji, temporada de las hojas rojas), salí a descubrir la capital cultural: Kyoto. Los paisajes tradicionales me dejaron boquiabierta y me impresionó la audacia de los ciervos de Nara, cuando se inclinan para pedir comida.
La Navidad Japonesa llegó con diciembre y el choque cultural me dio de lleno. Mis amigas de UTokyo me explicaron que en este país las tradiciones son muy distintas y que, lejos de los villancicos en familia, el día 25 suele ser algo más romántico o se pasa con amigos en un karaoke, seguramente después de haber tenido clase.
Estas navidades me reuní con amigos españoles de la Universidad Autónoma de Madrid para quitarnos la morriña y vivir una navidad “a la española”, con muchas rosquillas y mazapanes llegados de España en el Japón rural de Maibara. El año nuevo Japonés lo celebramos en Nagoya, donde después de tomarnos las uvas tocamos la campana tradicional del templo, como manda la tradición aquí.
Enero ha sido un mes de muchos exámenes y entrega de trabajos, con el final de muchas clases de profesores a los que no olvidaré nunca como Keisuke Iida, Jason Hall y Dirk Herbecker. Pese a no haber salido mucho de la universidad y la biblioteca por la intensidad de la exigencia (desde luego esta universidad se gana a pulso su reputación y prestigio a través del esfuerzo), tuve la oportunidad de asistir a dos conferencias clave para mi final de cuatrimestre. Por un lado, una sesión de la Universidad de las Naciones Unidas impartida por Paul Snowden sobre la educación en Japón donde además compartí con el ponente y los organizadores un aperitivo en la recepción post-evento para intercambiar impresiones. Por otro lado, fui invitada a la charla en la Universidad de Tokyo del primer ministro griego Kyriakos Mitsotakis donde accedí a una conversación con él en la ronda de preguntas.
Ya terminados los exámenes, febrero ha empezado con mucha nieve y ambiente familiar Japonés. La primera quincena de este mes visité a mi amiga Miu y su familia en Gifu y visitamos el impresionante castillo de Nagoya. Para la segunda mitad de este mes tengo preparado un emocionante viaje a Vietnam, , donde tendré el honor de reunirme con la Embajadora española en Hanoi y donde espero seguirme enriqueciendo de las costumbres y tradiciones de este maravilloso continente asiático.
Como veis, no me aburro. Sigo cargando en mi mochila profesional, personal y emocional un montón de vivencias y experiencias que en definitiva, es lo que me construye como persona. Espero que os haya gustado este resumen de mi estancia en tierras asiáticas y recordaros que con pasión y esfuerzo se pueden cumplir nuestros propósitos. Debemos ser conscientes de nuestras fortalezas, de nuestra capacidad y de nuestro compromiso por crear un mundo mejor aunque nos parezca algo utópico o inalcanzable. Está en nuestra mano aprovechar las oportunidades que se nos presentan para sacarles todo el partido y seguir evolucionando.
Un fuerte abrazo a todas queridas inspringirls!
Hasta pronto,
Ana Novoa Jerez