Habitualmente, se suele decir que el entorno es esencial en los procesos de aprendizaje en la infancia. Es decir, que aquello que rodea a las personas en los primeros años de vida condiciona, hasta cierto punto, sus posibilidades de desarrollo y, por tanto, sus expectativas.
Uno de los factores condicionantes para el 50% de la infancia, para las niñas, es la igualdad de género. En nuestro país, hay igualdad entre mujeres y hombres, sobre el papel. Pero en la vida real, aún falta mucho para que tengamos no tanto las mismas oportunidades, sino las mismas expectativas. No en vano, uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcados por la ONU, concretamente el número cinco, marca como meta lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Fuente original: El Español
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